Aristóteles, ese gran filósofo griego, dijo una vez: "nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente alejado de ella". Mientras que André Maurois, novelista y ensayista francés, decía "sólo hay una verdad absoluta: que la verdad es relativa". Pero, contra a esto, Santo Tomás de Aquino, también filósofo, aseguró: "es evidente que existe la verdad. Porque el que niega que existe la verdad conoce que la verdad existe. Si, pues, no existe la verdad, es verdad que la verdad no existe". Y nombrando a grandes personajes, con sus múltiples visiones de la verdad, podría estar toda una vida. Es algo innegable que descubrir verdades ha sido siempre un tema fundamental en todo el pensamiento humano. Desde el principio de los tiempos, todos han deseado hallar la verdad y han sido pocos los que han conseguido encontrar alguna pequeña verdad, hijas de esa verdad absoluta que todos buscan sin encontrar. Hace miles de años perfilaron sus teorías los cristianos, quienes creyeron poseer la verdad absoluta. Dentro de esa fe, sus seguidores es posible que se crean dueños de dicha verdad, pero qué sucede con aquellos que no nos fiamos o, simplemente, no nos damos por satisfechos con esa hipótesis..., qué pasa con los que no creemos en esa verdad, debemos resignarnos a vivir sin alcanzar la certeza. Yo pienso que no. Puede que nunca alcancemos esa verdad que todos desean hallar, pero quién ha dicho que esa sea la única verdad. Por suerte, son muchos los puntos de vista que existe sobre nuestro planeta, unos más afortunados y otros menos, esto hace que algunos tengamos lo que consideramos nuestras propias verdades. Además, esto tiene una ventaja, nuestras verdades, son nuestras, nunca tendrán por qué ser puestas en tela de juicio por otras personas, nunca tendrán por qué ser analizadas por terceros. Las verdades son reclusas de los seres humanos, como dijo Voltaire, "no hay verdad que no haya sido perseguida al nacer". Esa es una afirmación totalmente cierta, por más que algunos traten de ocultarlo. Cuántos han sido los que murieron o tuvieron que huir por intentar decir la verdad... demasiados. De todos nosotros depende que el futuro no sea igual. Si hay algo que hace feliz a la gente, pero que al mismo tiempo les va comiendo por dentro, es la ignorancia. Es posible, como ya he dicho antes, que nunca alcancemos la verdad que deseamos atrapar, pero eso no significa que debamos abandonar la búsqueda. ¿Qué es la vida si no una continua búsqueda de la verdad? Eso es exactamente lo que es. Es posible que la verdad nos aleje unos metros de la felicidad, pero que son esos metros comparados con la infelicidad y la hipocresía de la mentira. Como dijo Lope de Vega, "nadie puede apartarse de la verdad sin dañarse a sí mismo". Probablemente la ignorancia nos ofrezca la felicidad durante algún tiempo, pero nos la arrebatará cuando más la necesitemos, mientras que la verdad siempre será un respaldo sobre el cual apoyar nuestra cabeza y con el paso del tiempo, será la llave que abra la puerta de la ansiada felicidad...

Como podéis observar en las imágenes, la verdad nunca muestra su rostro, por eso nosotros debemos ganarnos su confianza para poder descubrirla... siempre y cuando ella lo desee. La otra foto la elegí para demostraros que la verdad se puede modificar mucho, hasta que su reflejo se convierta en una absurda mentira, pero debemos darnos cuenta de que no es real y buscar la verdadera imagen, esa que produce un falso reflejo...