martes, 14 de septiembre de 2010


Decía una vez un filósofo: no deja de impresionarme la gente, dígale a alguien que en Pakistán ha nacido un niño mitad humano y mitad víbora o que en una hora se puede dar vuelta al mundo, y se lo creerán. Pero no ponga en un banco en cartel de "recién pintado", porque todos pasarán el dedo para ver si es verdad.
El ser humano, en mi opinión, cree en cosas que no ve, porque resulta más fácil hacerlo que preguntarse por qué no pueden existir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario